Corresponde actualmente a La Carolina (Jaén). El 26 de junio de 1573 se erigió el convento de ‘Jesús María del monte de la Peñuela’. ‘Es la Peñuela un sitio propiamente eremítico y despoblado en Sierra Morena, jurisdicción de Baeza, seis leguas de aquella ciudad, tres de Baños, otras tantas de Linares, y dos de Vilches, no lejos del camino real que de Andalucía pasa a Castilla’ (Reforma 1, 3, 2, p.402). Esa primera fundación tuvo vida breve. A los dos años la comunidad de descalzos se trasladó al ‘Calvario’ (Jaén). Pero en 1576-1577 se restableció en unos locales más adecuados de La Peñuela, gracias a la mediación de Ana de Jesús (Lobera), entonces priora de Beas. Humorizando, lo refiere T al P. Mariano, respondiendo a las bravatas madrileñas de éste: ‘Por que vea si son para más mis monjas que vuestras reverencias, le envío ese pedazo de carta de la priora de Beas: ¡mire si ha buscado buena casa a los de la Peñuela! En forma me ha hecho gran placer. A osadas que no la acabaran vuestras reverencias tan presto’ (cta 135,21). En el Capítulo General de Piacenza (1575), La Peñuela fue uno de los conventos de Andalucá expresamente suprimidos (G. Wessels, Acta C.G., p. 511). Ahí, en el convento solitario de la Peñuela se detuvo fray Juan de la Cruz (1578) en su primer viaje a Andalucía, y ahí regresará el Santo en su último año de vida (BMC 14, 390-391), para reemprender el viaje terminal a Ubeda el 18 de septiembre. En el epistolario teresiano, la Santa se congratula de que el prior de la Peñuela, Pedro de los Angeles, buen amigo de Rubeo, viaje a Roma (cta 124,9; cf 83,9). El rigorismo vivido por aquellos solitarios fue especialmente celebrado por los primeros descalzos (cf Reforma 1, 3, cc. 10-19), pero sin resonancia en los escritos teresianos.
BIBL. MHCT 3, 556-559; G. Beltrán, La Peñuela: documentos fundacionales. En ‘SJC’ 12 (1996) 95-111.