107. Fecha: segunda mitad de 1575, en Sevilla (cf. Ribera IV, 10, p. 406). – Texto del códice de Ávila, f. 25r. Cf. Moradas VI, 5,6.
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Habiendo un día hablado a una persona que había mucho dejado por Dios y acordándome cómo nunca yo dejé nada porÉl, ni en cosa le he servido como estoy obligada, y mirando las muchas mercedes que ha hecho a mi alma, comencéme a fatigar mucho, y díjome el Señor: «Ya sabes el desposorio que hay entre ti y Mí, y habiendo esto, lo que Yo tengo es tuyo, y así te doy todos los trabajos y dolores que pasé, y con esto puedes pedir a mi Padre como cosa propia». Aunque yo he oído decir que somos participantes de esto, ahora fue tan de otra manera, que pareció había quedado con gran señorío, porque la amistad con que se me hizo esta merced, no se puede decir aquí. Parecióme lo admitía el Padre, y desde entonces miro muy de otra suerte lo que padeció el Señor, como cosa propia, y dame gran alivio.