Yáñez, Gonzalo
Llamado por la Santa 'Gonzaliáñez' (cta 414,2). Caballero salmantino. Primo de Juan de Ovalle. Casado en 1561 con Beatriz Yáñez. En Salamanca fue regidor de la ciudad (BMC 20,28). Suya era la casona de los 'estudiantes', cedida a la Santa para iniciar en ella el Carmelo de Salamanca (cf. el relato del 'maestro de obras de carpintería', Pedro Hernández: ib pp. 28-29). En su casa de Alba residieron los Ovalle-Ahumada (cf cta 414,2 sobre D.ª Beatriz Yáñez de Ovalle, cf F 18,2)).
Yanguas, Diego de, O.P. (1539-1607)
Nacido en Segovia hacia 1539 (BMC 18, 239), ingresa en los dominicos de Atocha (Madrid) y cursa estudios en San Gregorio de Valladolid y Santo Tomás de Avila. Enseñó teología en Segovia, Plasencia, Burgos y Valladolid. Probablemente conoce a T en 1562, cuando ésta funda San José de Avila y él cursa estudios en santo Tomás de la misma ciudad (BMC 18, 241). Relaciones espirituales más profundas se establecieron entre los dos a partir de 1574, durante la fundación del Carmelo de Segovia. Testifica él mismo: 'la conoció y trató muy familiarmente por más de ocho años, hasta que murió': 1574-1582 (BMC 18, 239). La Santa lo cuenta entre sus principales confesores teólogos (R 4,8). Es asesorada por él en la elección de confesor en Toledo (1576-1577). Testigo privilegiado de ciertas gracias místicas de la Santa, alude a algunas en su deposición para el proceso de canonización (BMC 18, 239). Es también él quien la decide a arrojar al fuego su glosa al Cantar de los Cantares (autógrafo de los Conceptos del Amor de Dios). En 1580, Gracián y él forman un tribunal improvisado para revisar el autógrafo del Castillo Interior: 'leímos este libro en su presencia el P. Fray Diego de Yanguas y yo, arguyéndole yo muchas cosas dél diciendo ser malsonantes, y fray Diego respondiéndome a ellas, y ella diciendo que las quitásemos' (Scholias). Entre 1578 y 1579 Yanguas escribe, por encargo de T, la Vida de San Alberto de Sicilia (carmelita), cuyo manuscrito envía la propia Santa a don Teutonio de Braganza para que sea editado en un solo tomito con el Camino de Perfección (Evora 1582; cf cta 305,1). Biografía que está precedida de una carta dedicatoria del autor a la M. Teresa aún en vida, con elogios que preludian la famosa Carta-prólogo de fray Luis de León. Yanguas compondrá para el sepulcro de la Santa en Alba un célebre epitafio en versos castellanos. En el proceso de canonización de T, Yanguas depuso ante el tribunal de Piedrahita (Avila) el 20.12.1595 (BMC 18, 238-243). En 1605 se asocia a J. Gracián, ya vuelto de Africa, para promover la reformación de las dominicas de La Laura (Villafranca - Pontevedra), a ruegos de la duquesa de Alba, Dª María de Toledo (MHCT 19,260-261). Murió en 1607. De su carteo con la M. Teresa, atestiguado por él mismo en su deposición del Proceso, no nos ha llegado carta alguna. Su perfil humano lo trazó así T: 'harto agudo de ingenio' (R 4,8). Conceptos. Cantar de los C.
Yepes, Diego de (1529-1613)
Nacido en Yepes (Toledo) el 25.9.1529. Hijo de Alonso de Yepes y María González. Emparentado con san Juan de la Cruz por la línea paterna. A los 21 años ingresa en el monasterio jerónimo de La Sisla (Toledo): el 29.9.1550. Cursa estudios en Sigüenza. Tras varios años de maestro de novicios, será sucesivamente prior en los conventos de Santa Ana de Tendilla (Jaén), Benavente (Zamora), La Sisla (Toledo), Yuste (Cáceres), San Jerónimo el Real (Madrid), San Jerónimo de Cotalba (Valencia) y San Lorenzo de El Escorial (1591-1594). Bibliotecario de la biblioteca escurialense. Confesor de Felipe II hasta la muerte de éste y finalmente obispo de Tarazona (27.9.1599), donde murió octogenario el 8.5.1613. Aparte sus escritos teresianos, de que hablaremos enseguida, publicó la Historia particular de la persecución de Inglaterra y de los mártires más insignes que en ella ha habido desde el año del Señor 1570. En la cual se descubren los efectos lastimosos de la herejía y las mudanzas que suelen causar en las repúblicas; con muchas cosas curiosas y no publicadas hasta ahora, sacadas de autores graves. Madrid 1579, 894 pp. (reproducido anastáticamente en 1971 por la Gregg International Publishers).
Yepes es uno de los grandes admiradores de T, incansable propagandista de sus virtudes y de su obra de fundadora. Ignoramos cuándo se iniciaron sus relaciones personales con ella. Según testimonio de él mismo, 'yo conocí y traté por espacio de más de catorce años a la bienaventurada Madre Teresa de Jesús...' (carta dedicatoria a Paulo V, en su biografía de la Santa: Zaragoza 1606). Serían, por tanto, los años 1568-1582. En el proceso de beatificación de T declaró 'que conoció a la dicha madre Teresa de Jesús, siendo viva, como 16 años en Valladolid, Medina del Campo, Toledo, Avila y otras partes...' (BMC 18,276). Probablemente es más fiable la fecha de 'diez años', que él mismo había establecido en ocasión anterior.
El encuentro decisivo de los dos tuvo lugar en Toledo, al regresar la Santa de Andalucía, en el verano de 1576. Lo toma ella por confesor, persuadida por el dominico P. Yanguas. Pero por breve tiempo. Ella misma lo cuenta a Gracián en carta 117,1: del 5.9.1576: 'Ya sabe cómo Angela (=Teresa) tomó por confesor al prior de la Sisla (=Yepes)... El dicho solíala ver más veces, y después que esto comenzó era casi nunca. No podíamos entender la causa la priora y yo. Estando la negra de Angela hablando una vez con José (=Jesús), díjola que El era el que le detenía, porque quien mejor le estaba (a Teresa) era el doctor Velázquez'. Y efectivamente Teresa inició su relación espiritual con éste último (cf R 63). Muerta la Santa, Yepes se enterará del episodio, contado sin reticencias y en directo por el propio P. Yanguas (BMC 18,240; 20, 348), y lejos de sentirse humillado, su afecto y devoción a la Santa fueron en aumento. En el Carmelo de Medina había tenido un contraste jovial con la Santa, motivado por el uso de perfumes en los vestidos litúrgicos. (Lo cuenta él mismo en su Vida de la Santa, libro 3, c. 20, p. 183). El último encuentro de los dos ocurrirá en situación penosa para Yepes, depuesto de su priorato y desterrado al convento de San Miguel del Monte. Camino del destierro se cruza con la Santa que regresa de la fundación de Soria (agosto de 1581). El le cuenta su situación, y ella le regala para el camino un par de doblones de plata, que Yepes conservará de por vida como un recuerdo, y que aún hoy persisten en su 'relicario teresiano' de Tarazona.
Más importancia tienen sus escritos sobre la Madre Teresa. Mérito del autor es haber sido uno de los primeros en elogiarla a raíz de su muerte. Baste enumerarlos: a/ Fue famoso el discurso pronunciado por él en 1585 con ocasión de la 'dedicación de la iglesia de San Hermenegildo' en Madrid, discurso que más tarde sería publicado junto con otros escritos suyos. b/ Sabedor de que fray Luis de León se disponía a escribir la biografía o a publicar las Obras de la Madre, le envió en 1587 una extensa Relación, con abundantes datos de primera mano, para facilitarle la tarea. (Relación publicada por primera vez en una de las ediciones de las obras de la Santa, Nápoles 1604, y recientemente en la BMC 2, 490-505). Este escrito suyo es coetáneo de la famosa Carta prólogo de fray Luis a las Obras de la Santa. c/ Siendo ya bibliotecario del Escorial, Yepes reacciona a favor de la Santa y en contra de los teólogos que en ese decenio delatan a la Inquisición (en España y en Roma) los escritos de la Madre Teresa. Y escribe una preciosa carta al teólogo dominico Juan de Lorenzana, urgiéndole a que retire sus delaciones. Lorenzana había redactado un inmenso memorial contra 'los disparates y locuras sin término' de la M. Teresa, incluso contra las 'sugestiones del demonio' contenidas en sus libros: firmado en Toledo el 25 de junio de 1593. El seis de julio de 1594, le enviaba Yepes su carta pidiéndole que 'no se quiera señalar en desacreditar una difunta que no puede volver por sí, ni dar tan pesado nombre a quien con tantas veras deseó servir a nuestro Señor'. La carta de Yepes será alegada en Roma entre los memoriales reunidos por el P. Tomás de Jesús para hacer la defensa de los escritos de la Santa (Archivo General OCD, Roma: 387,f. Cf, además, BMC 20, 304). d/ Siendo ya obispo de Tarazona, Yepes enviará una carta personal al papa Clemente VIII (5.5.1603), solicitando la pronta canonización de la M. Teresa: 'En estos reinos de España, en tiempo del rey católico don Felipe II, floreció una gran sierva de Dios llamada Teresa de Jesús, de quien puedo testificar con mucha certidumbre por haberla confesado y tratado familiarmente los diez últimos años de su vida' (BMC 2, 401). e/ Aportará una extensa y copiosa declaración en el proceso de beatificación de la Santa, ante el tribunal de Madrid en 1595 (BMC 18, 276-289). f/ Pero sin duda el más célebre escrito teresiano de Yepes es la biografía de la Santa publicada bajo su nombre con el título Vida, virtudes y milagros de la bienaventurada virgen Teresa de Iesus, Madre y Fundadora de la nueva Reformación de la Orden de los Descalzos de nuestra Señora del Carmen. Zaragoza 1606. En total 960 p. En portada, rezaba el subtítulo: 'Por fray Diego de Yepes, Religioso de la Orden de san Jerónimo, Obispo de Tarazona y Confesor del Rey de España don Felipe II y de la S. Madre'. Pese a lo cual, y a las expresas afirmaciones del mismo Yepes en el prólogo de la obra, esa titulación era un amaño. La obra no era suya, sino de Tomás de Jesús. Y esa autoría convencional ocasionó al prelado turiasonense una mala pasada. En el libro pseudo-yepesiano hubo un capítulo sobre el espíritu apostólico de la Santa, que no agradó al intolerante General de la Orden, Alonso de Jesús María, quien hizo presente a Yepes su desaprobación y disgusto. A lo cual el presunto autor no tuvo otra salida que una pobre evasiva y una retractación, asegurando que durante la impresión de la obra, el encargado de esa tarea (Tomás de Jesús, si bien no mencionado por su nombre) había osado interpolar ese capítulo, que él Yepes- no podía sino desautorizar. Su carta sería difundida con todos los honores, incluida en el libro 'Doctrina de Religiosos' del mencionado P. Alonso (Madrid 1613), que se leería oficialmente en las comunidades carmelitas, y en el que ocupaba entre texto y glosas- un total de 60 páginas. En consecuencia, el capítulo polémico fue eliminado en las sucesivas ediciones y numerosas traducciones de la biografía de la Santa. Triste final, para el incondicional mecenas de lo teresiano que había sido el 'prior de La Sisla' y Obispo de Tarazona. Yepes fundó y cuidó espiritualmente un Carmelo teresiano en esta ciudad. Y siguió con interés la llegada de las carmelitas a París, en correspondencia con Ana de Jesús. Ribera, Francisco. Libro de las Fundaciones.
BIBL. Matías del N. Jesús, ¿Quién es el autor de la Vida de santa Teresa a nombre de Yepes?, MteCarm 64 (1956) 244-255; Tomás Alvarez, El ideal religioso de santa Teresa de Jesús y el drama de su segundo biógrafo, EstTer 1, 573-615.
Yermo
equivale a lugar desierto y solitario. Pero en el ambiente religioso de T y en sus lecturas espirituales indica el Yermo de los antiguos anacoretas (siglos IV y ss.), localizado genéricamente en el Oriente Próximo: Palestina, Siria, Egipto... Teresa leyó las vidas de los Padres del Yermo (C 19,13: cf BMC 19, p. 591). Pero sola una vez lo menciona expresamente, previniendo a sus monjas contra ciertas prácticas ascéticas: 'que como oyen y leen de los santos del Yermo las cosas que hacían, todo les parece bien hecho cuanto les mandan...' (F 18,11), probable alusión a las lecturas de las Colaciones de Casiano (Conf. 2, c. 5), ya citadas en C 19,19 a propósito del episodio del ermitaño Herón.
T. Alvarez